Érase una vez un hombre postrado en un sofá, con la pierna en alto y la cabeza chispeando, sin poder salir, sin poder hacer nada de lo que hacía hasta aquel día del mes de junio.

Ese era yo. Y así empezó mi historia, gracias a una lesión en mi pie, que me tuvo casi tres meses a vueltas y con dolores, pero también gracias a eso tomé la mejor decisión de mi vida, ponerme a escribir.

El Guardián de las Flores nació de un relato que pensaba presentar a un concurso, como el máximo eran veinticuatro páginas, adapté esa historia, la que ahora ocupa la primera parte de la novela y tiene lugar en Iria Flavia. Pero cuando la terminé, me di cuenta de que Paola, Costoya, Modesto y Portela, pedían algo más, nunca pensé que pedirían tanto. Y así, nació el Guardián.

Una vez acabado lo leyó una buena amiga, que me dio su opinión, recuerdo como se me erizó la piel al leerla, al saber que le había gustado y que según ella debía editarlo.

A partir de ese día comenzó lo más difícil, buscar el cómo.

Las puertas, para un escritor novel, son difíciles de abrir, no tenía seguidores en twitter, ni tampoco muchos en Facebook o Instagram, pero sí tenía muchos amigos reales, así que pensé que malo sería, que algunos lo comprarían.

La primera opción que se me pasó por la cabeza, como a todos, fue mandar el manuscrito a las editoriales, creo que envié uno o dos, pero empecé a leer lo que se comentaba en redes y me di cuenta de que no podía esperar seis meses o incluso un año, necesitaba darle aire a aquella historia. A partir de ese momento, comenzó mi amor por la auto publicación.

He de decir que hablé con todas las editoriales de coedición y auto publicación y que al principio dudé entre Létrame y Círculo, pero tomé la mejor decisión. Ellos me ofrecieron una correctora, y la acepté, como os dije, era nuevo, no tenía ni idea de nada, ni de que iba este mundillo.

 

Después tocó la elección de la portada, construí la actual página de FB e IG y ellos eligieron entre tres la que más les gustó, esa que veis en la imagen. Me di cuenta de que si haces las cosas de mano de la gente y la implicas, tienes mucho ganado.

Pero faltaba lo más difícil, que la gente lo leyera. Recuerdo que planifiqué la preventa para el 15 de noviembre, y la salida a la venta para le 25 y empecé a darle caña en las redes, ahí recibí la primera dosis de amor. Todos mis amigos, conocidos, familia comenzaron a compartirlo, y el mensaje llegó antes que el libro.

Y el libro llegó a mis manos. Muchos sabéis lo que es, vuestro primero hijo de papel, verlo, tocarlo, releerlo. Una sensación que jamás olvidaré. Tenía varias presentaciones ya para las primeras semanas y todo se desencadenó muy rápido.

 

Llegaron las críticas, algunas muy buenas, otras regulares, y el libro se empezó a vender. A partir de aquí fui consciente de que además de tener amigos y una historia había que tejer una buena campaña de marketing. La portada era muy visual y me aproveché de ello.

Nos quedamos sin libros, casi un mes. Tanto que hubo que acudir a la editorial para hacer copias rápidas, que fueron llegando a las librerías. Y aquí la última clave: no solo amigos, familia, una historia y una buena campaña de marketing, la clave estaba en las librerías.

Sé que hay muchos que solo editáis con Amazon, y que sois felices. Solo os digo que no hay nada más bonito que compartir, y cuando lo haces con algo tan tuyo como un libro, la satisfacción es doble. Al principio, cuesta vender, pero después, si consigues el boca a boca, se consigue. Yo empecé con unas diez librerías de barrio y ahora, personalmente, distribuyo más de cuarenta en Galicia y unas veinte en el resto de España. Por supuesto, después tengo a Logista, distribuidora de Círculo Rojo, que lo hace por su parte.

 

Os aseguro que El Guardián no hubiera sido nada sin las librerías, sin su apoyo, sin sus recomendaciones. ¿Qué no quieres pagar por editar el libro y prefieres las copias de Amazon? Vale, compra un ISBN, pónselo en información del producto en Amazon, y así podrás venderlo también en las librerías.

El Guardián comenzó su andadura poco a poco, os aseguro que durante los primeros seis meses gasté más en él de lo que gané, pero mereció la pena. A veces invertir en lo que te gusta, en lo que amas, siempre es rentable, porque nadie lo defenderá como tú. Así que además de amigos, familia, una historia, una buena campaña de marketing y las librerías, me di cuenta que la suerte y el destino siempre juegan un papel fundamental.

Un año después solo puedo decir que el sueño se hizo realidad, y no solo eso, sino que llegó mucho más lejos de lo que nunca creí, y eso es gracias a vosotros, por leerlo, por compartirlo, por valorarlo, por ayudarme a mejorarlo con vuestras críticas.

Así que por último os digo que además de amigos, familia, una historia, una buena campaña de marketing, el apoyo de las librerías y la suerte, necesitáis pasión, perseverancia, y saber que en esta vida, todo llega.